Tratarse con un psicólogo trae grandes beneficios y mejoras a tu salud mental así como la posibilidad de superar los aspectos negativos con los que estés lidiando a nivel emocional

En una terapia con un psicólogo se tratan a individuos que están luchando contra distintas dificultades que afectan su vida en general. De este modo se le proporcionan las herramientas necesarias para superar los obstáculos, pues el profesional cuenta con la formación teórica-practica para tratar la conducta humana.

La atención individual a los pacientes, incrementa la confianza y en pocas platicas, se pierde el miedo que pudo haberse sentido al principio. Gracias a esto, se comprenden mejor las cosas y se atiende al llamado de un cambio necesario que el profesional puede dar.

Sumado al apoyo familiar y empeño que cada individuo invierta, es posible superar la depresión, ansiedad, trastornos alimenticios e intentos de suicido.

Descubre en el siguiente artículo los beneficios y consecuencias de ir al psicólogo.

VENTAJAS

Brinda una mano amiga. El psicólogo no debe ser visto como una figura fría que juzga nuestras vidas, al contrario, como una guía que desde su perspectiva inspira y asesora. Si bien se cuenta con los seres queridos que les rodea, toda persona tiende a perderse emocionalmente. Es importante la opinión de expertos que no estén implicados en el ambiente común, y recibir ayuda oportuna porque ve salidas que tal vez no has considerado.

Herramienta para sobrellevar los conflictos. Comúnmente pasamos por momentos en los que sin darnos cuenta, nuestro subconsciente nos juega una mala pasada y el bloqueo es inminente. Las situaciones diarias que inician con una pequeña discusión, estrés laboral y rupturas amorosas, pueden generar una grave depresión. Antes que eso suceda, es recomendable darle importancia a los episodios de tristeza que muchas veces obviamos. La atención del psicólogo influye en la autoestima y seguridad, así que motivados los pacientes avanzan.

Complementa tratamientos médicos. Desde que una prueba médica arroja positivo para cierta enfermedad, es aconsejable considerar la idea de participar en terapias. Generalmente es el medico quien lo sugiere como alternativa para desahogarse y drenar todo el cumulo de emociones que perjudican a los enfermos. La familia también participa como apoyo, además que se benefician de los consejos pues atraviesan grandes cambios.

Orientación asistida. La sinceridad en una charla amena permite escuchar de forma efectiva, aquellas cosas que olvidamos por conveniencia. Al exponer lo bueno y lo malo, es más sencillo diferenciar cuales actitudes no están contribuyendo en nuestras vidas y debemos cambiar. Tener la certeza que todo es confidencial, también es una ventaja que favorece la confianza e impulsa a tomar la decisión de ir a un psicólogo.

IR AL PSICÓLOGO - CUIDADO DE LA SALUD MENTAL

DESVENTAJAS

Incomodidad. No hay garantía de que el psicólogo sea de tu agrado, pues sabemos que es un individuo desconocido. Basta con asistir a un par de terapias, y saber que los consejos no están ayudando precisamente porque te sientes incómodo. Una mala experiencia lamentablemente perjudica al paciente, que se cierra ante la oportunidad de acudir a otro profesional luego de que sufriera tanto en decidirse.

 Pena a ser criticado. Se cree que solo las personas que tienen problemas mentales necesitan de la ayuda de un psicólogo. Esta percepción negativa se acompaña de los señalamientos de terceros, burlas y demás. Al parecer, afirman que los pacientes son muy débiles y flojos como para escuchar consejos de otros y así saber qué hacer con sus vidas. Llevar estos prejuicios a una cita, tampoco permite llevar una dinámica que facilite la solución del problema.

Intereses por encima de la opinión profesional. Gran parte del público que atiende un psicólogo, llega al consultorio convencido de que su bloqueo es culpa de familiares o pareja. A medida que se desarrolla la conversación y se exponen las quejas, es posible que el profesional juzgue al paciente. Para él, no es sencillo darle la razón, por lo que decide no hacer caso de los consejos o simplemente se retira.

Proceso largo. A medida que la exploración del psicólogo avanza, se pueden programar distintas citas. Tal vez los trastornos aparecieron durante la adolescencia y nunca fueron tratados. En la época adulta es más complicado hacerlo, ya la personalidad está totalmente definida y el paciente tiende a resguardarse de sus miedos hablando muy poco.

¿Has asistido a terapias con un psicólogo? ¿Qué motivos te llevaron a recibir su servicio? ¿Notaste un cambio favorable? Recuerda que si tienes alguna experiencia o anécdota interesante relacionada con este tema por favor no dudes de compartirla con nosotros en la caja de comentarios. Siempre es un placer poder leerte.